Tuberculosis: se puede curar y prevenir

Tuberculosis: se puede curar y prevenir

Según la Organización Mundial de la Salud la tuberculosis es la segunda enfermedad infecciosa más mortífera después del COVID-19 y se encuentra por delante del VIH y el sida. Aunque está presente en todos los países y grupos de edad, es una enfermedad que se puede curar y prevenir.

Las doctoras Verónica Bramajo y María Mercedes López, médicas clínicas de DIM CENTROS DE SALUD, explican la situación actual de esta enfermedad, los síntomas que la diferencian de otras enfermedades respiratorias y los tratamientos recomendados.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa producida por una bacteria que se llama Mycobacterium tuberculosisSe transmite de persona a persona por medio de gotitas de saliva microscópicas, que produce una persona que tiene TB activa(TBA) pulmonar, cuando habla, tose, ríe o canta. Casi todas las personas están en contacto con la bacteria alguna vez en su vida, esto hace que la enfermedad no se exprese con síntomas y permanezca latente en la mayoría de las personas.

La tuberculosis latente (TBL) puede progresar a tuberculosis activa (TBA) en un 5%-10% de los individuos infectados. Esto sucede, en general, porque la persona que estaba asintomática, presenta algún tipo de depresión del sistema inmune, que hace que la enfermedad pase de ser asintomática a tener síntomas. Hace muchos años, la TB era una enfermedad muy grave, por la cual, una persona podía morirse. Con los tratamientos actuales, es una enfermedad curable.

Las especialistas señalan que la enfermedad puede tener afección pulmonar o puede comprometer otros órganos extrapulmonares. La forma pulmonar se presenta con tos y catarro de varias semanas de evolución, acompañada o no, de síntomas generales (pérdida de peso, cansancio, fiebre). Suele manifestarse como un cuadro de malestar general, fiebre y sudoración nocturna, asociado a imágenes muy típicas en la radiografía de pulmón. Puede, asimismo, producir líquido en el pulmón (derrame pleural) y también acumular líquido en otros lugares como pericardio, peritoneo, meninges, etc. La Tuberculosis extra pulmonar puede afectar a cualquier otro órgano del cuerpo y tener otros síntomas como convulsiones, dolor pericárdico, manifestacione s en la piel, etc.

“La TB no es común en cualquier individuo. Hoy en día todos nos vacunamos al nacer, esto es obligatorio. La vacuna que nos protege es la BCG. Así y todo, hay personas que tienen mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad. Suelen ser individuos que tienen afectado su sistema inmune”, afirman las doctoras.

Si bien hay muchísimas enfermedades respiratorias infecciosas que comparten síntomas, y pueden confundirse en el diagnóstico, la TB tiene algunas características muy típicas que la hace una patología diferente a las demás. La mayoría de las enfermedades respiratorias (sobre todo infecciosas), son de instalación aguda, cursan con tos, fiebre, falta de aire y malestar general, entre otras cosas. En el caso de la TB, los síntomas se van instalando en el tiempo (subaguda), se desarrolla más lentamente, puede comenzar con síntomas respiratorios (tos, febrícula o fiebre, expectoración y, raras veces, con gran falta de aire). Además tiene síntomas generales como marcado cansancio, pérdida de peso, falta de apetito, sudoración nocturna y malestar general. A veces los pacientes expectoran restos de sangre.

Actualmente, la enfermedad se trata con antibióticos. Los regímenes son bien tolerados, de baja toxicidad y se administran en 2 fases: a) fase intensiva o esterilizante: 2 meses con los 4 medicamentos en forma diaria (60 tomas), b) fase de consolidación: 4 meses con dos medicamentos solamente: Isoniacida y Rifampicina, en forma diaria (120 tomas).

Se recomienda una fase de consolidación más prolongada, de 7-10 meses en pacientes con formas graves cavitadas de Tuberculosis pulmonar, extrapulmonar y diseminada. Los corticoides se utilizan empíricamente en el tipo que compromete serosas (en especial, la pericarditis). Se recomienda prednisona (0.5 mg/kg/día) por 30 días. En la meningitis tuberculosa se ha demostrado que el uso inicial de corticoides disminuye la mortalidad. En embarazadas, se debe dar tratamiento con 4 drogas.

Con el asesoramiento de las doctoras Verónica Bramajo (MN 97448 / MP 333764) y María Mercedes López (MN 97453 / MP 333760) especialistas en clínica médica de DIM CENTROS DE SALUD

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