Síndrome de Gilles de la Tourette: Qué es, causas y síntomas

Según datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades el Síndrome de Gilles de la Tourette  se presenta en al menos el 1% de la población a nivel mundial. La neuróloga Daniela Sosa, especialista de DIM Centros de Salud, brinda información sobre el diagnóstico de la enfermedad.

El síndrome de Tourette es una condición neurológica que afecta el cerebro y el sistema nervioso. Este nombre se le asigna por Georges Gilles de la Tourette, quien fue el primero en describir esta afección en 1885.

“Es un trastorno neurológico que se manifiesta primero en la infancia o en la adolescencia, antes de los 18 años. Se da en todos los grupos étnicos. A los hombres los afecta entre 3 y 4 veces más que a las mujeres. Se caracteriza por tics motores y fónicos que perduran durante más de un año”, explicó la Dra. Daniela Sosa, neuróloga de DIM CENTROS DE SALUD (MP 337838 // MN 151795).

La profesional indica que los principales síntomas de la enfermedad son:

  • Movimientos involuntarios (tics) de la cara, de los brazos, de los miembros o del tronco. Estos tics son frecuentes, repetitivos y rápidos. El primer síntoma generalmente es un tic facial (parpadeo, contracción de la nariz, muecas).
  • Tics vocales (vocalizaciones), que generalmente se producen junto con los movimientos. Las vocalizaciones pueden incluir gruñidos, carraspeos, gritos y ladridos.

“Para que se confirme el diagnóstico deben presentar tanto los movimientos como las vocalizaciones involuntarias.  El diagnóstico a menudo está respaldado por la presencia de trastornos del comportamiento coexistentes, incluido el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Una historia familiar de síntomas similares también apoya el diagnóstico. Si bien los síntomas difieren de una persona a la otra y varían de muy leves a graves, la mayoría de los casos corresponden a la categoría leve. Las afecciones relacionadas pueden incluir problemas de atención , impulsividad (y trastorno de oposición), conducta obsesiva compulsiva y trastornos de desarrollo del aprendizaje. Por lo general, hay un historial de tics, síndrome de Tourette, TDAH o TOC en la familia”, mencionó la neuróloga de DIM Centros de Salud. 

Este síndrome no se puede prevenir, pero la  detección y el tratamiento temprano pueden evitar que empeore o se prolongue hasta la edad adulta. “La mayoría de las personas que sufren este y otros trastornos de tics pueden llevar vidas productivas. No hay barreras para sus logros en la vida personal y profesional. El aumento de la comprensión y de la tolerancia del público son de vital importancia para quienes los sufren”.

Por la Dra. Daniela Sosa
Especialista en neurología de DIM CENTROS DE SALUD
MN: 151795 – MP: 337838

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