EPILEPSIA: 10 claves para ayudar a una persona que sufre una convulsión

EPILEPSIA: 10 claves para ayudar a una persona que sufre una convulsión

Aproximadamente 1 de cada 10 personas puede tener una convulsión durante su vida. Quien sufre una convulsión puede parecer confundido, mirar al vacío, deambular, hacer movimientos inusuales o ser incapaz de responder preguntas o hablar. Existen tipos diferentes de epilepsia y de convulsiones.  La especialista de DIM CENTROS DE SALUD explica cómo ayudar a una persona que sufre una convulsión y qué sé debe hacer cuando sufre una crisis epiléptica.

“La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central en el que la actividad cerebral normal se altera, lo que provoca convulsiones o períodos de comportamiento y sensaciones inusuales, y a veces, pérdida de la conciencia. Los síntomas pueden variar mucho. Tener una sola convulsión no significa que tengas epilepsia. Normalmente, es necesario que ocurran al menos dos convulsiones sin un desencadenante conocido (convulsiones no provocadas) con una diferencia de al menos 24 horas para tener un diagnóstico de epilepsia”, explicó la Dra. Daniela Sosa, neuróloga de DIM CENTROS DE SALUD.

Puede afectar a cualquier grupo de edad y tener un impacto significativo en la calidad de vida de la persona que la padece. Las convulsiones que ocurren con ella, combinadas con las condiciones que a menudo la acompañan, como la depresión y la discapacidad de aprendizaje, pueden afectar  el desempeño escolar y laboral.

Las convulsiones que se observan en la epilepsia son causadas por alteraciones en la actividad eléctrica del cerebro y pueden estar relacionadas con una lesión cerebral, genética, sistema inmunológico, estructura cerebral o causa metabólica, pero la mayoría de las veces se desconoce la causa. “Las causas varían según el tipo de epilepsia pueden ser de sintomáticas a una lesión estructural como por ejemplo anomalías congénitas, enfermedades vasculares como el infarto cerebral, cavernomas, infecciones del cerebro, tumores, enfermedades degenerativas, malformaciones corticales, etc. En muchas ocasiones no se descubre una causa concreta y se denominan epilepsias genéticamente determinada”.

La neuróloga indicó que el correcto diagnóstico se realiza en la consulta con el médico en la que se investiga los antecedentes familiares y personales, historia de sufrimiento fetal o trastornos en el parto, antecedentes de traumatismos sobre la cabeza (meningitis o encefalitis), si presenta crisis febriles en la infancia. Luego, se estudia la crisis como tal, cómo ocurrió, comportamiento, testigos presenciales, factores desencadenantes, cuántas veces ocurrió en el tiempo.

“La segunda parte del diagnóstico tiene que ver con las pruebas, donde se incluye el electroencefalograma, la resonancia magnética para descartar cualquier lesión intracerebral. Hay otros estudios que se realizan en ocasiones puntuales, como el Video-Electroencefalograma, el Spect Cerebral, el PET y la evaluación cognitiva y psiquiátrica”.

Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) anualmente se diagnostican 5 millones de casos de epilepsia en todo el mundo. Además, se estima que en los países desarrollados o de ingresos altos la proporción es de 49 por cada 100.000 personas y los países menos desarrollados o de ingresos medios y bajos la cifra puede llegar hasta 139 casos por cada 100.000 personas.

¿Cómo ayudar a alguien que está teniendo una convulsión?
La profesional resaltó que es importante saber que la mayoría de las personas con epilepsia, cuando sufren una crisis, por lo general, se recuperan de manera espontánea, por lo que no es necesario llamar a un médico a menos que:

  1. La crisis dure más de 5 minutos. 
  2. No existe certeza de que la persona ya era epiléptica. 
  3. Si hay una recuperación lenta y se presenta una segunda crisis o se dificulta la respiración después de la convulsión. 
  4. Si hay signos de daño en cualquier parte del cuerpo o en la cabeza. 
  5. Si la persona tiene diabetes. 
  6. Si la persona tiene fiebre alta.

En caso de que una persona sufra una crisis epiléptica se recomienda lo siguiente:

  1. Mantenga la calma. 
  2. No trate de contener a la persona o sus movimientos. 
  3. De ser posible tome el tiempo de la convulsión. 
  4. Despeje el área de objetos duros o peligrosos para evitar que la persona se golpee o dañe. 
  5. Si la persona que sufre la crisis usa anteojos, debe quitarlos.
  6. Ponga a la persona de costado para facilitar la respiración y mantener las vías aéreas libres y que la saliva caiga de su boca. 
  7. Ponga algo plano y suave bajo su cabeza. 
  8. No trate de forzarle para abrir la boca, ni ponga ningún objeto duro, ya que podría ahogarse o hacerse daño. 
  9. Permanezca con la persona hasta que la crisis haya terminado naturalmente, asegurándose de que vuelva la conciencia.  
  10. Cuando la persona recupere la conciencia y la crisis haya terminado, ayúdele a encontrar un lugar para descansar y recuperar su orientación. 

“El primer paso siempre es el tratamiento farmacológico, una vez el diagnóstico esté confirmado. Esto debe ir asociado a unas pautas de estilo de vida adecuadas, fundamentalmente mantener una higiene de sueño correcta y evitar sustancias tóxicas. El tratamiento antiepiléptico debe administrarse durante un tiempo más o menos prolongado y no está exento de efectos adversos. Existen numerosos fármacos antiepilépticos eficaces. La elección depende del tipo de epilepsia y del balance entre la máxima eficacia y los mínimos efectos adversos”, puntualizó la doctora.
Por la Dra. Daniela Sosa
Especialista en neurología de DIM CENTROS DE SALUD
MN: 151795 – MP: 337838

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