Aseguran que con el nuevo sistema de comercialización de carne se eliminarán distorsiones

El carnicero podrá requerir el cuarto que es más conveniente para los consumidores de su barrio. Foto: Archivo

Con esta iniciativa, el carnicero podrá pedir los cuartos (delantero, parrillero o trasero) que más se venden en su zona y, de este modo, obtener un ahorro o una oferta adecuada a las necesidades de sus clientes.

El Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC, por sus siglas en inglés) aseguró que con la próxima implementación del sistema de troceo para el comercio minorista local de carne vacuna se eliminarán distorsiones, como la de los denominados “lomeros”.

En los últimos días, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca recordó que el próximo 1 de noviembre entrará en vigencia el sistema de troceo para el comercio minorista local de carne vacuna, por lo que a partir de dicha fecha las medias reses deberán ser fraccionadas en partes que no superen los 32 kilos.

En un comunicado titulado “Los lomeros: una distorsión en el mercado de la carne que vamos a superar con el cuarteo“, el ABC afirmó que se trata de una actividad surgida de una “profunda desigualdad del sistema de comercialización de carne por el sistema de medias reses”.

Los lomeros

Los lomeros se dedican a comprar los cortes de carne de mayor valor en las zonas en donde se distribuye la carne vacuna en medias reses y el poder adquisitivo de los consumidores de ese barrio impide comercializarlos a su valor de mercado, explicó la entidad.

“Cuando el carnicero recibe una media res, vende principalmente los cortes que consumen los clientes de su zona; pero hay cortes, como el lomo, que no logra vender a las personas de su barrio, pero sí a un actor específico: el lomero”, aseguró.

Según ABC, por el sistema tradicional de distribución por medias reses, que entrega todos los cortes del bovino en una sola pieza, el carnicero recibe cortes que le cuesta vender, haciendo que deba recurrir a estrategias de supervivencia, como la venta a menor valor o a picar la carne para intentar recuperar el costo de la mercadería.

Los lomeros compran esas partes a un precio un poco más elevado del que se obtiene en el mostrador, para luego redistribuirlos en zonas de mayor poder adquisitivo o en el circuito gastronómico, en donde obtiene un margen lógico de ganancias, que es el que deja de captar el carnicero al operar bajo el sistema de media res, indicó.

Los lomeros compran esas partes a un precio un poco más elevado del que se obtiene en el mostrador, para luego redistribuirlos en zonas de mayor poder adquisitivo. Foto: Archivo

De acuerdo con estudios de de mercado realizados por el consorcio de exportadores, la pérdida total del valor de la media res (por los lomeros y otras “ineficiencias” del sistema) está en 10% del volumen total comercializado.

Con el nuevo sistema, el carnicero podrá pedir los cuartos (delantero, parrillero o trasero) que más se venden en su zona y, de este modo, obtener un ahorro o una oferta adecuada a las necesidades de sus clientes, que podrá trasladar a los precios para balancearlos a favor de los consumidores.

Y, en aquellas zonas donde se demanden cortes de mayor precio, podrán hacer lo mismo al requerir el cuarto que es más conveniente para los consumidores de su barrio, concluyó la entidad. Télam

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