La UBA implementó medidas para afrontar la situación de emergencia, provocada por el congelamiento de su presupuesto

La UBA implementó medidas para afrontar la situación de emergencia, provocada por el congelamiento de su presupuesto

En el marco de la emergencia presupuestaria declarada por el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires el miércoles pasado, la UBA dio a conocer algunas medidas destinadas a garantizar la continuidad de sus funciones.

La UBA anunció algunas disposiciones tendientes a reducir su gasto operativo, en consonancia con la emergencia presupuestaria dictaminada la semana pasada por el Consejo Superior de esta casa de altos estudios.  A partir del pasado lunes 15 de abril, se dispusieron las siguientes medidas;

  • La no utilización de los servicios de acondicionamiento de aire (frío – calor) en los edificios de la Universidad, con excepción de los hospitales universitarios para la atención de pacientes y del acondicionamiento necesario para el correcto funcionamiento de equipos y la infraestructura tecnológica.
  • El apagado de la iluminación en aulas y oficinas iluminadas naturalmente y en espacios comunes de circulación durante el período diurno y hasta 30 minutos antes del comienzo de la actividad académica del día y 30 minutos posteriores a su finalización.
  • La utilización de los ascensores de la Universidad sólo para aquellas personas con movilidad reducida y casos de asistencia o emergencia.
  • La no utilización de los servicios de gas en las calderas en los edificios de la Universidad, con excepción de los hospitales universitarios para la atención de pacientes y del acondicionamiento necesario para el correcto funcionamiento de equipos y la infraestructura tecnológica. 
  • Las convocatorias realizadas para los programas de investigación, ciencia y técnica y extensión universitaria estarán supeditados a la efectiva disponibilidad de presupuesto para poder ser afrontadas.
  • Las acciones vinculadas con el programa de atención a la comunidad UBA en Acción, estarán limitadas a las financiadas por organismos externos a la UBA y/o aportes privados.

Las acciones previamente mencionadas resultan complementarias de otras que la Universidad viene realizando en algunos casos hace años: plan de reducción de alquiler de edificios; inversión en programas de medición y racionalización del consumo de energía eléctrica, gas y agua; readecuación e incorporación de tecnologías en materia de seguridad en los edificios de la Universidad; convenios con otras áreas del sector público para complementar, potenciar y generar sinergia de la inversión pública en diferentes organismos.

La Universidad de Buenos Aires enfrenta una situación crítica debido a la decisión del Gobierno nacional de prorrogar los valores presupuestarios del año 2023 al 2024, en un contexto de inflación interanual del 276%. Esta medida coloca a la UBA en riesgo de desfinanciamiento, comprometiendo sus funciones esenciales como la educación universitaria y preuniversitaria, la investigación científica y la atención médica a más de medio millón de pacientes anuales en sus centros hospitalarios. A la fecha, los hospitales universitarios no recibieron ningún recurso por parte del gobierno. 

Además, el presupuesto para gastos de funcionamiento asignado actualmente a la UBA para el presente ejercicio, incluyendo la actualización parcial anunciada por el Estado Nacional desde el mes de marzo, constituye un recorte en términos reales del 80%. Es decir, por cada 10 pesos que contaba la UBA en marzo de 2023, hoy tiene 2.

A modo de ilustración, la energía eléctrica ha experimentado un aumento notable en sus costos. En abril, el incremento alcanzó un 577% en comparación a los valores de abril del año 2023, mientras que entre febrero y abril de este año, el aumento fue del 324%.

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