Hallan más indicios de que el ataque a Cristina pudo haber sido premeditado

Las imágenes tomadas por distintos medios señalan la presencia frente al domicilio de la Vicepresidenta de un carro de venta de copos de nieve.

En las imágenes de cámaras de seguridad y en los videos aportados por manifestantes de los días previos, se observa en las inmediaciones a la casa de la Vicepresidenta la presencia de un carro de venta de copos de nieve como el de la joven apresada por el caso: investigan si los agresores estuvieron realizando inteligencia previa en la zona.

Los investigadores del ataque a Cristina Fernández de Kirchner, por el que se encuentran detenidos Fernando Sabag Montiel y su novia, analizaban este miércoles imágenes de cámaras municipales o de canales de televisión y otras aportadas por teléfonos celulares de manifestantes en las que se observa un carrito de venta de copos de nieve (algodón de azúcar) que, supuestamente, vendía la joven apresada en los alrededores de la casa de la Vicepresidenta.

Para los pesquisas, la presencia en el lugar de Brenda Uliarte es un indicio más de que el ataque concretado el pasado jueves por la noche en Juncal y Uruguay contra Cristina Fernández pudo haber sido premeditado, y que los agresores estuvieron realizando inteligencia previa en la zona.

Según los investigadores, podría ser un indicio de la presencia de personas vinculadas al agresor, en particular de su novia, Brenda.

Según los investigadores, hay múltiples imágenes que se están analizando, algunas de ellas aportadas de cámaras de seguridad, canales de televisión y otras de teléfonos celulares de manifestantes que estuvieron en los alrededores de la casa de Cristina.

En todas las imágenes que están en poder de los pesquisas se observa el carrito del cual se exponen los copos de nieve de color rosado similar al que vendía Uliarte.

La hipótesis es que la joven apresada podría haber hecho “inteligencia” en los alrededores de la casa de la Vicepresidenta.

Expertos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) trabajaban desde la noche del martes en el contenido del teléfono que se le secuestró a Uliarte al momento de ser detenida y de los cinco amigos con los que trabajaba ella vendiendo copos de nieve, quienes aportaron sus aparatos cuando declararon como testigos. Télam

genteba