Lousteau y Frigerio fueron parte de la estafa de Cambiemos que dejó al país en la peor crisis política y económica de la historia argentina

El senador nacional Martín Lousteau (UCR) y el diputado nacional Rogelio Frigerio (PRO), coincidieron el fin de semana pasado, en señalar que Juntos por el Cambio “debe estar preparado para gobernar” en 2023, (quizá sea el reconocimiento de que Cambiemos, o ahora Juntos por el Cambio, no estaba preparado, ni lo está, para Gobernar, después de ver cómo destrozaron todo en sólo 4 añitos), al encabezar un encuentro del espacio Evolución en la localidad entrerriana de La Paz, donde inauguraron un monumento al expresidente Raúl Alfonsín junto al intendente Bruno Sarubi. Por El Porteño

Sus deseos van en contra de la realidad que dejó el frente opositor durante los años de su gobierno entre 2015 y 2019. Más que fracaso, una estafa política y económica diseñada para beneficiar a los socios y amigos de un régimen nefasto para toda la sociedad argentina. Y ellos se olvidan de que fueron parte de ese proceso estafador, malicioso y doloso, porque sabían perfectamente lo que estaban haciendo.

“Tenemos que estar preparados para gobernar y transformar Entre Ríos desde el primer día”, señaló Frigerio, oriundo de esa provincia. En tanto, Lousteau aseguró que “Evolución está trabajando para renovar el radicalismo y Juntos por el Cambio”.

“Tenemos un desafío enorme porque en la calle vemos que hay una voluntad de cambio porque sentimos los entrerrianos que no estamos condenados a ser gobernados de la misma manera”, remarcó Frigerio según un comunicado.

El senador Lousteau sostuvo también que “el gobierno es de Cristina Fernández de Kirchner, con un Presidente que ella puso”, por Alberto Fernández, y consideró que “no hay una conducción capaz de marcar un rumbo colectivo”.

“Por eso, nosotros en Evolución queremos hacernos cargo de la herencia que nos van a dejar, por mas difícil que sea. Somos un espacio nuevo, integrado por dirigentes jóvenes, a lo largo y ancho del país, que sueñan con un país diferente. Que tienen otra cabeza y otra cultura política y cuentan con la experiencia, la vocación, la capacidad de gestión y la voluntad para transformar el Estado y cambiar las cosas de verdad”, remarcó el economista.

Es más que evidente que, Frigerio y Lousteau, eluden la responsabilidad que tuvieron entre 2015 y 2019, cuando Cambiemos, hoy Juntos por el Cambio, gestionó desastrosamente los destinos del país. De eso no hablan. De la debacle económica y política a la que expusieron a toda la sociedad, sumergiéndola en la pobreza e indigencia.

Esta clase de dirigentes, por llamarlos de alguna manera, es la que no le hace falta a la Argentina.

Opinan como si no hubiesen sido parte del problema. Como si no hubiesen tenido ninguna responsabilidad en el Gobierno de Cambiemos. Como si nada hubiese pasado durante su gestión.

Como expusiera Axel Kicillof, “contrariamente a lo que intentan instalar, lo que ocurrió fue el resultado inexorable del modelo económico y de las políticas que el gobierno de Macri aplicó voluntariamente desde el primer día de su gestión”.

No pueden, ni quieren explicar, cómo el 90% de los dólares de la deuda que tomó Mauricio Macri se fugaron. Cambiemos endeudó al Estado en más de U$S 100.000 millones, pero no para financiar la escasa obra pública, sino para poder girar ganancias al exterior, cómo informó oportunamente El Destapeweb.

Los datos oficiales muestran que, tras los 4 años de gestión de Cambiemos, la deuda bruta pasó de US$ 240 mil millones a US$ 323 mil millones para fines de 2019, cuando Macri finalizó su mandato. El gobierno de Cambiemos nos dejó en default con deudas en dólares y en pesos.

Cambiemos nos dejó una deuda con el el FMI de 45 mil millones de dólares. El querido amigo de Macri, el que jugaba en las grandes ligas, según Marcós Peña, Luis Caputo, colocó el denominado Bono del Sigo -Bono a 100 años- USS 2.470,94 millones, con una tasa de endeudamiento del % 7,917. Además, tarifas de los servicios impagables. Casi 25.000 PyMes endeudadas y cerradas. Desempleo y probreza. Persecución a dirigentes políticos de la oposición, armado de causas judiciales, espionaje ilegal, entre otras cosas.

Pero parece que hoy, éstos que se hacen llamar dirigentes, y que graciosamente se llaman Evolución, no recuerdan nada de eso. No exponerlo o no darle explicaciones a la sociedad, es un tanto siniestro y no generan ningún tipo de confianza.

genteba