Primeras medidas del nuevo presidente de ObSBA: restablecer la atención primaria y auditar la deuda

Primeras medidas del nuevo presidente de ObSBA: restablecer la atención primaria y auditar la deuda

Alejandro Amor adelantó que la gestión avanza en una licitación para un servicio de ambulancias propias y se realizará una auditoría de la deuda existente. Alejandro Amor. Foto: Victoria Gesualdi.

Alejandro Amor, quien asumió hace dos semanas como presidente de la Obra Social de la ciudad de Buenos Aires (ObSBA), dijo a Télam que las primeras medidas de su gestión son “restablecer el primer nivel de atención”, avanzar en una licitación para un servicio de ambulancias propias y realizar una auditoría de la deuda existente.

Para “restablecer el primer nivel de atención”, informó Amor, el Directorio de la obra social cerró y aprobó “acuerdos con siete empresas, que en total suman 17 policonsultorios en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires”.

Y anunció que, en paralelo a estos acuerdos, el Directorio avanza en “dos procesos licitatorios inmediatos para la incorporación de un sistema de ambulancias propias” que la obra social no tiene actualmente.

“Estamos incumpliendo con la gente cuando no llegamos a tiempo”, dijo el flamante titular de la prestadora social del distrito porteño.

Por otro lado, Amor informó que la obra social trabaja en un “proceso licitatorio para un sistema informático” que permitirá “facilitar los trámites a los afiliados y afiliadas, tener un control online de las prestaciones que se dan y administrar eficientemente los recursos”.

Al ser consultado sobre cuál es el mayor desafío que encontró al asumir como presidente de la ObSBA, respondió que dispuso la “revisión integral de la deuda” de la entidad.

Foto: Victoria Gesualdi.

“Quiero una rendición clara de cómo se llegó a esa deuda, la revisión de los contratos. No pagaremos un solo peso hasta que no tenga una certificación precisa”, remarcó el funcionario.

Con ese propósito, con la nueva gestión se creó una unidad de auditoría interna y pidió la participación de un auditor externo de una universidad y así tener “dos opiniones”.

Las primeras prestaciones que se restablecerán son: clínica médica, ginecología, oftalmología, odontología, pediatría y laboratorio.

Foto Victoria Gesualdi
Foto: Victoria Gesualdi.

La semana que viene habrá una nueva reunión del Directorio para que vuelva a funcionar el resto del primer nivel de atención y el segundo, para lo cual trabajan con antiguos prestadores de la obra social, como el Cemic.

Amor aseguró además que garantizará también la “transparencia y cumplimiento estricto de la normativa” de la ciudad en lo que respecta a proveedores.

“Que se cumpla con la ley 70 (de administración financiera y control del sector público) y que el registro de proveedores sea el registro del Estado de la ciudad de Buenos Aires”.

Al ser consultado sobre la reunión que mantuvo la semana pasada con integrantes de la agrupación “Trabajadores y Afiliadxs en Defensa de ObsBA”, respondió que “el 99 por ciento de los reclamos” estuvo relacionado con la falta del primer nivel de atención, la necesidad de un segundo nivel para internación.

Desde febrero de este año, dicha agrupación realiza movilizaciones a la sede central de la obra social y a su sanatorio, Julio Méndez, ambos ubicados en el barrio porteño de Caballito, así como a sus centros recreativos del norte de la ciudad, para denunciar el vaciamiento de la ObSBA, que tuvo como consecuencia la interrupción de la atención a los afiliados, incluso a quienes tienen enfermedades graves.

Los Trabajadores y Afiliadxs en Defensa de ObSBA sostienen que el responsable del vaciamiento es el Directorio, que está integrado por representantes del Gobierno porteño, el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la ciudad de Buenos Aires (Sutecba), la Asociación de Médicos Municipales y la Unión de Docentes Argentinos.

La agrupación también asegura que la obra social tiene unos 285.000 afiliados, y que los activos aportan el 6 por ciento de su salario, al tiempo que exigen la apertura de los libros contables para saber “dónde está” el dinero que aportan. Télam

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